Se trata de un local amplio e informal con varios ambientes -desde la terraza que da a la calle hasta el jardín al fondo-, bajo el aire fresco de la ribera de San Isidro.
La cocina está bajo la conducción de José Dell'Acqua (alias Satán) y el menú fue pensado para que todo el mundo encuentre una opción para comer. La materia prima es fresca y de primera calidad. Los platos se preparan en el momento, en contraste con la filosofía del fast food, por eso hay que ir relajado y con tiempo, tal como las máximas del buen comer indican.
Las ofertas del día, al estilo de los bistrots, se anuncian en la calle, y los platos de la carta cambian regularmente. Hay platos de antología como langostinos en carpaccio, además de las quesadillas, los woks, las pastas y la pesca del día estilo Mediterráneo y estilo La Anita.
La carta de vinos es buena y ofrece algunas opciones no convencionales. Aunque suele estar muy concurrido, no es raro encontrar mesa. La Anita, inspirada en su homónima de Ibiza, es una opción distinta e interesante en la oferta gastronómica de Buenos Aires. La fórmula funciona porque la propuesta es versátil, abierta, amigable y tiene una buena relación calidad-precio.
Horarios: De martes a domingo, mediodía y noche. Lunes cerrado.